Según medios internacionales, este fenómeno se originó en la región desértica del suroeste de Siria y se desplazó hacia el este, afectando áreas urbanas como la capital, Ammán, así como varias ciudades y pueblos cercanos.
Imágenes y videos difundidos en redes sociales muestran la gravedad del evento, ya que una densa capa naranja parece envolver por completo la ciudad, causando que algunos abandonen sus vehículos y corran por las calles en dirección a sus hogares, mientras otros tantos manejan con dificultad entre la tormenta de polvo.
La visibilidad se vio considerablemente afectada y la calidad del aire se deterioró debido a este fenómeno natural, ya que hubo un aumento significativo en la concentración de partículas suspendidas en el ambiente.
Como resultado, las autoridades locales han emitido advertencias y recomendaciones a los residentes, instándolos a limitar sus actividades al aire libre y usar mascarillas para protegerse del polvo.
Al mismo tiempo, los servicios de emergencia han estado en alerta y han implementado varias medidas para hacer frente a los efectos de la tormenta de arena en esta área de Jordania. También han trabajado para mantener una comunicación activa con la población, con el objetivo de evitar exposiciones peligrosas.
Las tormentas de arena y polvo son fenómenos meteorológicos peligrosos que ocurren con frecuencia en áreas áridas y semiáridas. En términos generales, estas tormentas se originan debido a tormentas o cambios bruscos de presión relacionados con ciclones, lo que provoca un aumento significativo en la velocidad del viento en una amplia área.
