Durante un evento cristiano entre estudiantes, la Universidad Estatal de Mindanao en Marawi, Filipinas, fue atacada el domingo por la mañana.

De acuerdo con Portas Abertas, se reportaron cuatro víctimas mortales y 45 personas resultaron heridas a causa de la explosión. Como medida de seguridad, la policía ha reforzado las acciones en el sur del país y en las áreas cercanas a la capital, Manila.

Los heridos están siendo atendidos médicamente.

“No tenemos miedo, pero estamos siendo más cautelosos, sobre todo teniendo en cuenta la situación actual”, afirmó una de las líderes cristianas de origen musulmán que reside en la zona.

La organización explica que el líder de las Fuerzas Armadas mencionó una posible conexión con operaciones militares recientes contra grupos locales que apoyan al Estado Islámico en el sur de Filipinas.

De acuerdo con los militares, una operación llevada a cabo el domingo en Lanao del Sur resultó en el asesinato de un líder del grupo radical islámico Dawlah Islamiya-Maute, lo que plantea la posibilidad de que el ataque haya sido una represalia.

El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., condenó el mortal ataque.

«Condeno en los términos más enérgicos posibles los actos atroces y sin sentido perpetrados por terroristas extranjeros. Los extremistas que ejercen violencia contra inocentes siempre serán considerados enemigos de nuestra sociedad», expresó.

 En Mindanao, se encuentra una región en la cual la mayoría de la población profesa la fe cristiana, mientras que también existe una destacada comunidad musulmana.

Los cristianos de esta área han enfrentado diversos desafíos en el pasado, uno de ellos fue el asedio prolongado que sufrieron en 2017 en la ciudad de Marawi por parte de combatientes vinculados al Estado Islámico.