«Y entonces, si no puedes confiar en, digamos, una solución política, no puedes confiar en una solución militar, o si no puedes confiar en una solución económica, entonces ¿Dónde pones tu confianza? Y creo que es por eso que mucha gente estaba empezando a indagar en esas cuestiones espirituales», continuó.
Judíos por Jesús decidió apoyar a miembros del ejército israelí impactados por el ataque del 7 de octubre, colaborando con grupos de ayuda. Ayudaron a residentes de kibutzim reubicarse y proporcionaron alimentos y aulas improvisadas para que los niños pudieran continuar estudiando.
La organización transformó su centro en Tel Aviv en un lugar de recursos, ofreciendo artículos de tocador y medicamentos a los afectados por el ataque. También organizaron actividades como galerías de arte y barbacoas para unidades militares, buscando satisfacer necesidades emocionales, físicas y espirituales.
El director ejecutivo, Aaron Abramson, destacó la importancia de crear un espacio para abordar preguntas profundas y necesidades espirituales, además de emocionales y físicas. Judíos por Jesús ha estado dedicado durante años a mostrar un comportamiento cristiano a través de actos de caridad.
Esta organización, afiliada al movimiento judío mesiánico, tiene su sede en San Francisco y sucursales en varias ciudades del mundo. Su misión es ayudar al pueblo judío a vivir su fe mientras creen en Cristo, el Hijo de Dios, a través de diversas actividades caritativas.