China ha mantenido por mucho tiempo la aspiración de liderar en áreas tecnológicas de vanguardia, desde la inteligencia artificial hasta la computación cuántica.

De acuerdo con información del diario chino SCMP (South China Morning Post), el país cuenta con perspectivas muy optimistas en cuanto al progreso de la robótica humanoide.

Los chinos tienen la esperanza de que estos androides tengan un impacto similar al de los smartphones y los vehículos eléctricos en la sociedad. El MIIT (Ministerio de Industria y Tecnología de la Información) de China ha publicado recientemente un plan para el desarrollo de robots humanoides realistas para el año 2025.

Con el objetivo de acelerar el avance tecnológico y la provisión de innovaciones, el gobierno instaló un centro en la ciudad de Beijing, capital de China.

El país tiene planeado avanzar en diferentes áreas como la detección ambiental, el control de movimientos y la interacción entre máquinas y humanos en los próximos dos años, centrándose en el uso de la Inteligencia Artificial y el desarrollo de extremidades hábiles en robots, según informa Olhar Digital.

Además, para el año 2027, se pretende lograr un liderazgo global en esta área, con robots humanoides que sean capaces de pensar, aprender e innovar. Esto implicará que la tecnología se convertirá en un importante motor de crecimiento económico para China.

Se espera que estas máquinas sean capaces de trabajar en diversos campos, desde servicios domésticos y logística hasta salud y agricultura, asumiendo tareas que actualmente son realizadas por seres humanos.

De acuerdo con John Stonestreet, presidente del Centro Chuck Colson para la Visión Cristiana del Mundo, existe un dilema ético relacionado con la creación de seres humanoides.

Él observó que la revolución sexual ha separado el cuerpo del alma, inicialmente con la intención de darle mayor valor al cuerpo, pero en última instancia convirtiéndolo en un mero objeto.

Stonestreet nos recuerda que nuestros cuerpos cuentan la historia de Dios, ya que Él creó tanto el cuerpo como el alma. Intentar separarlos significa rechazar el plan de Dios.

Además, reemplazar una conexión genuina entre personas con una inteligencia artificial no es más que otra forma de separar el cuerpo del alma.

Según su razonamiento, enfatizó que ninguna cantidad de frases encantadoras, movimientos humanos, recuerdos implantados o expresiones faciales empáticas pueden reemplazar la esencia humana. Aunque las máquinas pueden resultar convenientes, eso no quiere decir que sean lo mejor.

El hombre concluye haciendo referencia a los principales mandamientos bíblicos, amar a Dios y amar al prójimo como a uno mismo. En este sentido, los seres humanos tienen la ventaja, ya que solo aquellos que aman pueden cambiar el mundo.